Turismo slow, el arte de viajar despacio

viaje seguro

El turismo slow es un viaje orgánico, con el tiempo necesario para vivir a plenitud la experiencia de conectarse con la cultura, el medio ambiente, las personas, la gastronomía y reencontrarse con uno mismo.

Este movimiento se inició en los años 80 en Italia, en respuesta a la creciente preocupación por la pérdida de identidad y las tradiciones locales.

Con el pasar del tiempo este movimiento fue implementándose cada día más con la finalidad de poder disfrutar de forma pausada y plena aquellas actividades que producen satisfacción en la vida.

En este artículo hablaremos todo lo relacionado con el Turismo slow: la nueva filosofía de viaje para tus escapadas.

¿Qué implica hacer turismo slow?

Es importante que entiendas que implica hacer turismo slow, ya que no solo es viajar de manera pausada, sino que incluye diversas actividades para el disfrute total, dentro de las cuales se encuentran:

  1. Visitar a fondo los recursos turísticos, para fomentar el turismo cultural, de calidad y respetando aforos razonables.
  • Interesarse por la gastronomía local y verdadera, saborearla mejor.
  • Prestar más atención a la naturaleza del destino y respetar su ritmo y capacidad, sin poner en peligro la sostenibilidad.
  • Interesarse por las tradiciones locales, no solo por el resultado que se obtendrá al final, sino por el proceso de elaboración, fomentando la preservación del folclore y el trabajo de los artesanos.

Slow en España

El slow en España llegó hace unos años no solo por tendencia, sino también por necesidad.

Territorios como Mallorca o Barcelona son ejemplos de las consecuencias de la masificación turística, provocando efectos negativos como la turismofobia.

En contrapartida, son muchas las comunidades españolas que se unieron a la reivindicación, y los slow travels son más demandados cada vez, tanto por los ciudadanos como por los viajeros.

Por ejemplo, la asociación internacional Cittalslow ya reconoce 8 municipios lentos en España, como:

  • Begues (Cataluña).
  • Lekeito (País Vasco).
  • Mungia (País Vasco).
  • Ribielos de Mora (Aragón).
  • Balmaseda (País Vasco).
  • Begur (Cataluña).
  • Morella (Valencia).
  • Pals (Cataluña).

En especial, el norte de la península y la costa mediterránea encajan muy bien en este concepto, destacando iniciativas como el Turismo Slow de Galicia, donde es posible encontrar experiencias, alojamientos slow, todo tipo de pueblos y recorridos.

Si vamos hasta las islas, encontraremos auténticos paraísos para el turismo lento. Menorca es uno de los destinos que más ha optado por esta tendencia.

En su página oficial de turismo se encuentra un apartado destinado a lo slow, donde destaca las actividades de esta filosofía, red de alojamientos y restaurantes.

La tranquilidad que ofrece esta isla y las condiciones naturales la transforman en un escenario muy slowly.

Por otra parte, encontramos la isla de El Hierro, un ejemplo ideal de slow turims, y es más pequeña que las islas Canarias.

La isla de El Hierro se enorgullece de ser la primera isla autosuficiente del mundo, abasteciéndose mediante los recursos naturales como el sol, el viento y el agua.

Su atmósfera volcánica y sus parajes naturales casi místicos la convierten en un lugar de ensueño para los amantes de la ecología, la desconexión, la calma o el deporte.